Más luz para su visión

Los periodos de transición de otoño e invierno son especialmente duros para nuestros ojos: el sol está muy bajo al amanecer y al atardecer. Oscurece antes y la puesta de sol se prolonga, lo que, al igual que la niebla, obstaculiza la visión, especialmente al conducir. Unas segundas gafas especiales pueden mejorar su visión en estas situaciones desafiantes.

Una situación típica: usted está conduciendo camino a casa después de un largo y pesado día de trabajo. El sol se está poniendo y, por su ubicación en el horizonte, le deslumbra mientras usted se enfrenta al tráfico rodado. Las luces de los autos que vienen en dirección opuesta también le irritan. Puede distinguir los autos del carril contrario, pero cuando ya es demasiado tarde. Sus ojos están sobrecargados. Sabe que estas situaciones vulneran su seguridad y la de otros conductores en la carretera.

Si deseas llegar a casa sano y salvo, visite a su optometrista. Él le recomendará un par de gafas especiales para conducir adecuadas a las exigencias visuales extremas que conllevan la puesta de sol, los cambios de luz y los reflejos.

Sus gafas para conducir deben estar graduadas según su prescripción y protegerle óptimamente contra los rayos ultravioleta y los deslumbramientos. De esta forma podrá evitar los reflejos y deslumbramientos. Los lentes graduados que cuentan con un tratamiento antirreflejo excelente, así como los lentes polarizados y tintados, se encargan de ello.

Los lentes graduados sin tratamiento pueden actuar como un espejo que genera reflejos de luz claramente visibles obstaculizantes para la visión. Al conducir, estos reflejos provienen generalmente de las luces del tráfico opuesto durante el atardecer o por la noche. Los lentes graduados con tratamiento antirreflejo reducen los molestos reflejos y ofrecen una visión transparente y clara, una percepción inalterada y una disminución de los deslumbramientos del conductor. Existen tres niveles de tratamiento antirreflejo: "simple," "medio" y "súper". Para conducir al amanecer, al atardecer o por la noche, los expertos recomiendan los lentes graduados con tratamiento de nivel súper.

Muy sencillo: los lentes graduados polarizados pueden filtrar los reflejos de luz, sobre todo de las superficies mojadas o las carreteras húmedas. Notará los beneficios en el momento que pruebe estos lentes: su visión será considerablemente más clara. Gracias al color especial de estos lentes, su visión será más rica en contrastes y percibirá los colores con más vida. Podrá reconocer el tráfico opuesto de manera más clara y rápida, por ejemplo en carreteras mojadas y cuando el otro conductor lleva encendidas las luces altas.

La protección contra los rayos ultravioleta también es relevante en el caso de las gafas para conducir. Proporciona protección contra la radiación ultravioleta de onda corta que puede dañar la vista irreversiblemente. Al comprar un par de gafas de sol, asegúrese de que cuentan con el símbolo CE como marca de calidad. Los tintes marrones o grises son los más apropiados para conducir, ya que permiten a los conductores distinguir las luces de los semáforos, las luces de freno u otras señales luminosas de la forma más efectiva y rápida posible.

Por cierto: os lentes graduados tintados con gradación de colores pueden ser especialmente agradables para conducir. El borde inferior de estas gafas es más claro, por lo que facilita el reconocimiento de las indicaciones y la información del salpicadero.

Todos somos diferentes. Por tanto, sus ojos, la distancia entre ellos y las características de su visión también son diferentes. Esto se aplica igualmente a la forma de ver durante la conducción. Algunas personas alzan la cabeza para ver lo que está pasando a su alrededor, mientras que otros mueven los ojos. Todo esto juega un papel importante en la configuración de sus gafas, por lo que debe tenerse en cuenta. Los lentes graduados de precisión extra claro producidos a la medida del cliente pueden aumentar drásticamente su zona de confort visual y relajar su vista.

Con la edad, las personas nos hacemos más sensibles a los reflejos. La impresión visual se deteriora y el riesgo para la seguridad aumenta. Nuestro consejo: acuda regularmente a una prueba de agudeza visual, al menos con la misma frecuencia con la que lleva su coche a reconocimiento, preferiblemente cada dos años.

Su optometrista le recomendará también una montura adecuada para sus gafas para conducir. Lo mejor es una montura delgada con patillas estrechas y altas, de forma que su campo de visión no se vea obstaculizado mientras conduce. Las monturas muy pequeñas con lentes pequeños suelen resultar inadecuadas para conducir.