1. No use pañuelos, ni la corbata o la manga de su camisa para limpiar las gafas, sus lentes se lo agradecerán. Y recuerde: una limpieza adecuada aumenta la longevidad de sus lentes y asegura una mejor visión. Incluso cuando esté de un lado para otro, emplee productos de limpieza de expertos reconocidos de la industria de la óptica.

2. No lave los paños de microfibra con temperaturas de más de 40ºC grados ni añada suavizante. El paño podría dejar vetas la próxima vez que limpie sus gafas.

3. Los arañazos son imposibles de eliminar, sean como sean las lentes, de plástico o de cristal. En este caso, la prevención es fundamental ya que una vez arañadas, es necesario cambiar las lentes inmediatamente. Aunque este defecto pueda parecer meramente estético, la luz se difumina al atravesar el diminuto arañazo e irrita los ojos. Por eso, es importante limpiar las lentes con un paño de microfibra específico.

4. Sus gafas necesitan su propio lugar. Guárdelas en una funda dura cuando no las lleve puestas. Si no tiene una funda a mano, asegúrese de dejarlas en un sitio seguro y con las lentes boca arriba.

5. Las gafas se pueden dañar si se exponen a muy altas o bajas temperaturas. Por ejemplo, se debe evitar el calor generado en un coche en un día caluroso de verano. Lo mismo vale en el caso de una sauna o la calefacción de casa. No exponga sus gafas a temperaturas extremas más de lo estrictamente necesario.