Una guía para la compra de gafas
Gafas para ver de cerca y de lejos, gafas progresivas, para hacer deporte, para leer o para el trabajo: ¿Qué necesita saber?
¿Qué debería tener en cuenta al comprar unas gafas nuevas? ¿Qué debería saber? ¿Qué errores puede evitar y cómo puede sacar más provecho de unas gafas nuevas? MEJOR VISIÓN le ofrece una guía completa para comprar gafas: gafas para ver de cerca o de lejos, gafas progresivas, para hacer deporte, para leer o para el trabajo.
Antes de comprar unas gafas nuevas ¿Qué necesita saber sobre la compra de unas gafas?
La parte más importante de comprar unas gafas nuevas es encontrar un óptico que le dedique el tiempo necesario, le ofrezca información detallada y le aconseje. Las gafas son un complemento singular de uso cotidiano muy personal que debería estar perfectamente adaptado a su estilo de vida. Además, existen muchos factores que influyen en la calidad de la visión que consigue con sus nuevas gafas. Por tanto, es especialmente importante poder hacer consulta completa y una sesión de preguntas y respuestas con su óptico, además de una refracción óptima con una atención profesional y sin prisas. Durante el proceso de refracción, debería sentirse cómodo y relajado. Por ejemplo, si sufre rinitis alérgica (alergia al polen) con irritación ocular o migrañas, no debería hacer pruebas visuales y de refracción. Los errores que se cometen durante las pruebas no pueden corregirse cuando las gafas ya están hechas y pueden reducir la comodidad visual o impedir una corrección visual perfecta. En el peor de los casos, el resultado podría ser la intolerancia a las gafas. Por tanto, tómese su tiempo en este paso tan importante e insista en que su óptico u oftalmólogo haga lo mismo.
Con independencia del tipo de gafas que compre, los siguientes aspectos son cruciales en su selección:
- ¿Qué uso va a dar a sus nuevas gafas?
- Describa en detalle en qué situaciones va a llevar las gafas, tanto en su vida profesional como privada.
- ¿Padece alguna enfermedad que le afecta a los ojos?
- ¿Qué le agradaba o le desagradaba de sus gafas anteriores?
- ¿Qué tratamientos protectores podrían ser apropiados?
El punto de partida es establecer los cristales más apropiados. También es importante tener en cuenta que
- las monturas que elija deberían adaptarse a su estilo personal, pero también deberían adecuarse a sus necesidades visuales.
- Averigue qué material y potencia de las lentes son los más apropiados para usted. Esto hará que sus gafas sean más cómodas, tengan mejor funcionalidad y más ventajas cosméticas.
- Consulte con su óptico sobre tratamientos de las lentes como los protectores antirreflejantes, protectores duros, Clean Coat, gamas cromáticas y filtros. Estas opciones ofrecen funcionalidad y protección adicionales y pueden ayudar a adaptar las gafas con mayor precisión a sus necesidades personales.
¿Qué es lo más importante para seleccionar las monturas?
Además de los cristales, las monturas también son muy importantes. No obstante, cuando pruebe distintas monturas, debe tener en cuenta otras cosas, además de su aspecto. El ajuste de las gafas es de suma importancia para su comodidad y para poderlas llevar a largo plazo. Las monturas deben ajustarse perfectamente a su cara, no debe notar presión en los puntos de contacto: tras las orejas o en el puente nasal. El óptico debería adaptar las varillas a la forma de su cara para que no note presión en las sienes, incluso al llevar las gafas durante largos periodos. Un ajuste óptimo de las varillas ejerce una presión mínima detrás de las orejas para prevenir que el peso de las gafas ejerza presión en el puente nasal. Por norma general, las gafas tienen un ajuste perfecto cuando ni siquiera nota que las lleva.
La posición de las gafas es óptima cuando las cejas están por encima o justo detrás del borde superior de la montura. Esta posición garantiza la mejor visión posible porque los bordes de las monturas o de los cristales no interfieren en el campo visual. Preste atención al seleccionar el tamaño de las monturas: el tamaño ideal viene determinado por la distancia entre sus ojos y el tamaño de sus cuencas oculares. No obstante, las monturas no deberían ser mucho más anchas que su rostro ni deberían posarse sobre las mejillas. De ser así, los cristales se empañarían y las gafas marcarían su rostro. En la actualidad, las monturas grandes están de moda y ofrecen una visión cómoda y gran versatilidad.
Consejos para elegir las lentes más adecuadas
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Si son sus primeras gafas, pídale a su óptico que le explique en detalle los distintos tipos de lentes. Para graduaciones altas, los materiales de alto índice podrían ser la mejor solución para minimizar el peso y el grosor de la lente.
Cuando se determina el tipo de lente con la montura de prueba en la sala de refracción, debería dedicarle tiempo, especialmente si es la primera vez que compra unas gafas, a mirar a su alrededor con las lentes seleccionadas, caminar por la estancia con ellas y tal vez leer un texto a una distancia normal.
También es importante tener en cuenta los tratamientos de la lente, como protectores antirreflejantes, protectores duros, Clean Coat para facilitar su limpieza, etc. Su óptico le explicará con mucho gusto las distintas opciones disponibles. El uso que le va a dar a las gafas - cotidiano, para ocasiones especiales o como gafas de repuesto - también es de especial relevancia. Los protectores de las lentes pueden tener una función especial, por ejemplo si suele sufrir deslumbramientos por el sol o por los faros de los vehículos que vienen de frente. Quizá las gafas con las lentes fotosensibles sean la mejor solución para usted.
Si está habituado a llevar gafas, debería aprovechar la oportunidad de comentar en detalle con su óptico los aspectos que más le gustan de sus gafas anteriores y lo que desearía mejorar. Los pequeños detalles pueden ser muy importantes en este sentido y pueden hacer que llevar gafas sea mucho más cómodo y relajado. La tecnología de las lentes y de las opciones de tratamientos protectores evolucionan continuamente.
Las gafas para leer son las primeras gafas para muchas personas. Generalmente se distingue entre dos tipos de gafas para leer: con monturas convencionales y con media montura o montura de media luna. Con las monturas de media luna se puede mirar a través de las gafas al bajar la vista y ver normal al levantar los ojos por encima de las gafas. En ambos casos, la distancia habitual para leer (la distancia entre los ojos y un libro o un dispositivo electrónico) y la distancia entre los ojos son factores importantes para determinar la potencia óptima de las gafas. Puede ser útil tomar algunas notas en casa, en situaciones cotidianas, antes de hacer la revisión ocular. Por ejemplo, ¿a qué distancia de la cara sostiene el móvil o el libro para leer, cuando está sentado o tumbado? ¿Qué distancia hay entre los ojos y la pantalla del ordenador? ¿Sabía, por ejemplo, que sostenemos el móvil más cerca de los ojos que cuando leemos? Esta información ayudará a su óptico a optimizar sus gafas de leer en función de sus hábitos de lectura.
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A pesar de ser muy habituales en la actualidad, las lentes progresivas son pequeñas obras maestras de la ingeniería óptica. El objetivo es crear unas gafas que le permitan disfrutar de una visión sin obstáculos, como si no llevase gafas. Para ello es necesario integrar diversas soluciones visuales en una única lente de manera fluida y optimizada para garantizar la mejor interacción posible con los ojos. Esto constituye un reto óptico que requiere experiencia, conocimientos matemáticos profundos y un conocimiento preciso de cada usuario individual.
Para fabricar lentes progresivas se utiliza un método especial. Durante el pulido de la superficie se integran varias funciones en una sola lente: visión cercana, visión lejana y una zona de transición. Además, una lente progresiva no solo debería facilitar una visión nítida y centrada cuando miramos al frente, sino también cuando miramos hacia los lados o arriba y abajo. Todas estas superficies minúsculas tienen que coordinarse entre sí de manera óptima mediante un cálculo meticuloso. De este modo, su óptico puede ofrecerle diversos niveles de calidad y grados de personalización entre los que elegir. Pídale consejo detallado a su óptico para que pueda acostumbrarse a sus nuevas gafas con rapidez y disfrutar cuanto antes de una visión natural.
Por norma general, las monturas para las lentes progresivas no deberían ser muy pequeñas, puesto que no dispondrían del espacio suficiente para las distintas zonas de vision. Asimismo, el óptico no debería esperar a ajustar las lentes progresivas hasta que las recoja. El centrado preciso de las lentes en la nueva montura es esencial. Si la alineación se desvía apenas unos milímetros, es suficiente para causar dolor de cuello o de cabeza o para impedir que disfrute plenamente de sus lentes progresivas.
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Por lo que respecta a las gafas para leer, la distancia entre las lentes y el objeto de lectura desempeña un papel fundamental en las gafas que utilizamos para trabajar. En este contexto, esta distancia se denomina "distancia de trabajo". Por tanto, antes de comprar unas gafas para trabajar, debería averiguar el rango de distancias visuales que necesita: ¿a qué distancia de la pantalla suelo situarme? ¿A qué distancia sostengo los objetos que tengo que procesar?
Y eso no es todo. ¿Tiene reuniones frecuentes con sus colegas o clientes y tiene que poder cambiar su enfoque con rapidez y comodidad entre distintos rangos visuales? ¿Qué lentes son mejores para mí, orgánicas o cristal?
Especialmente en el trabajo, necesita una visión cómoda y correcta, y poder enfocar su vista con rapidez a diversas distancias visuales. Las lentes pueden ayudarle a conseguirlo si le dice a su óptico exactamente qué necesita. En algunos casos es aconsejable utilizar gafas ocupacionales especiales en lugar de las gafas habituales.
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El lugar en el que va a llevar sus nuevas gafas deportivas desempeña un papel importante en la selección de las gafas idóneas: ¿qué tipo de deporte y en qué situaciones llevará las gafas? Por ejemplo, las gafas para hacer ciclismo deben ofrecen una protección UV adecuada, además de proteger los ojos del viento, por ejemplo, con el tamaño y la curvatura de las monturas. Las gafas con cristales polarizados ofrecen una protección ideal frente a los deslumbramientos y son una solución excelente para los cambios constante de luz y sombra.
Para evitar sorpresas desagradables, todos los entusiastas del deporte que requieren llevar un casco deberían llevarlo consigo en su visita al óptico. Por otro lado, para los esquiadores, un segundo par de gafas que encajen bajo las gafas de esquí podría ser una buena alternativa a las lentillas. En este caso, es recomendable contar con un protector antiestático para evitar que se empañen, o puede adquirir unas gafas de esquí graduadas o un clip que se ajuste encima.
Después de la compra: ¿se ajustan perfectamente sus gafas?
Por fin, ¡ya puede ir a buscar sus nuevas gafas! Ahora el óptico debería comprobar de nuevo:
- ¿Cuál es su agudeza visual con las nuevas gafas?
- ¿Se han ajustado bien las gafas y los cristales?
- ¿Son las opciones especiales útiles y apropiadas (tratamiento de las lentes, gama cromática, etc.)?
En el caso de las lentes progresivas, ¿es el centrado perfecto? ¿Son apropiadas para usted las zonas visuales de la lente? Tómese el tiempo de caminar por la estancia unos minutos con sus nuevas lentes progresivas.
También debería comprobar que la instalación de los cristales en la montura es firme. ¿Tiene que realizar el óptico algún ajuste adicional? Y lo mismo ocurre cuando los bordes de los cristales son demasiado visibles desde delante o las gafas ejercen demasiada presión en el puente nasal o detrás de las orejas.
Regla general: hable con su óptico; estará encantado de ayudarle. Y si más adelante tiene algún problema con las gafas, vaya a ver a su óptico de nuevo. Recuerde: aunque puede que tarde un poco en acostumbrarse a sus nuevas gafas, debería sentirse cómodo con ellas y su visión tiene que ser siempre lo más nítida posible.